Un nuevo depertar, un nuevo problema (dia 20, Mes del Dragon, Decimo Octavo año de Hantei XXXVIII)

Remoloneo un rato antes de levantarme. El aseo nocturno de ayer, junto al masaje y, por supuesto, la compañía de la mujer, hacen que me despierte de muy buen humor.

Y además, tengo desayuno. El día no empieza mal, desde luego.

Antes de salir, reviso y limpio mis armas y paso un rato meditando, evaluando la pelea de ayer y cómo puedo mejorar mis técnicas de lucha, los errores que cometí y si hice bien dejando a ese desgraciado marchar con vida.

Después de eso, bajo a la calle y busco de nuevo al de los fideos.

La mujer que ha dormido te sube el desayuno e incluso destrangis te ha subido algo de te. Te ayuda en lo que puede y cuando esta segura que no la necesitas mas, se marcha con una sonrisa de satisfaccion en los labios.

Te preparas y sales a la calle directo a las señas que tu "cliente" te dio para encontrarlo. Te lo encuentras en las mismas circunstancias, es decir empujando el carro calle abajo. Pero te da la sensacion de que hoy hay algo nuevo.

Miro a ver qué es eso nuevo que hay antes de pararme a hablar con él.

Ves al viejo mas contento y trabajador que de costumbre.

Me acerco a saludarle, asegurándome de que no haya en las cercanias ningún indeseable.

- Buenos días.

No hago ninguna alusión de momento a nuestro trato o a lo acontecido la noche pasada. Espero a que sea él quien hable, mientras echo otro vitazo por los alrededores.

-Muchacho.- te dice radiante. -¿Has venido a comer algo?. Anda, acercate. ¿Quieres Tonjiru y algo de arroz?.-

Te hace un gesto para que cojas una banqueta por tu propia cuenta.

- He desayunado - respndo escuetamente - ¿Cómo te va el negocio?

Tomo la banqueta y me siento. Le señalo la botella de sake, a ver si tiene a bien servirme un poco.

-¿Que?, o... o... oooo claro.- te dice cojiendo la botella y dos vasos, los llena y bebe el suyo volviendo a llenarlo.

-Muchacho, no se si tienes algo que ver, pero en menos de una hora han venido tres personas.- de pronto escuchais una voz detras tuya. -Viejo, ¿que tienes para el arroz?.-

El viejo te sonrie -Tengo tonjiru recien hecho y todavia caliente o pescado asado cojido esta mañana. ¿Quiere té?-

-Tonjiru, arroz y algo de shochu.- el hombre se sienta a tu lado y coje los palillos.

-Enseguida señor.-

- Anoche tuve una conversación con tus... amigos. Al menos uno de ellos puedo asegurarte que nunca más te volverá a molestar - bebo -. Me debes una semana de fideos. Si tienes más problemas, buscame.

Le doy las señas de donde estoy alojado, termino de beber y sin esperar respuesta me marcho a dar una vuelta por las calles de la ciudad. Aún necesito un trabajo, y me gustaría que fuera uno en el que se llevara la espada. Me dedico a ir de posada en posada, buscando anuncios o contratantes.

Hay pocas posadas que puedan tener ese nombre en un lugar tan inmundo como Las Cuevas Cangrejo, un pozo de vicio y depravacion que no te son desconocidos. Como tu busqueda resulta infructuosa, la amplias a los locales ilegales de juego, alcohol y opio. La verdad es, que aunque el lugar es el paraiso de la impudicia, sobre todo por el dia no es facil acceder a todo esto, asi que tienes que hacer peligrar tu economia en el trayecto.

//Realizaras dos tiradas ciegas, una de Consciencia y otra de Inteligencia.
//Por otro lado para ver como sale tu economia del ataque del vicio del juego durante tu busqueda, haras tres tiradas de Agilidad + Juego Dif 15.

//Consciencia, Inteligencia y juego

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#1 'Accion' :


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#2 'Accion' :


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#3 'Accion' :

//Dos más de juego

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#2 'Accion' :

La verdad es que tu desconocimiento de la ciudad y sus propias costumbres se ha hecho patente, pero no ha mal que por bien no venga, ya que has tenido suerte en el juego (o has sido mas habil haciendo trampas) y has aumentado tu escaso patrimonio. Ha pasado gran parte del dia, pero tu busqueda ha resultado esteril.

//Tira 3 dados para estimar tus ganancias en el juego.

//Ganancias

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'Accion' :

Tus ganancias se han visto aumentadas en un bu y 4 zennis.

Decido buscar en los comercios circundantes, a ver si puedo renovar en algo mi equipo.

Subes andando, contento por tu buena fortuna, y te paras en una calle que hace de limite entre Las Cuevas Cangrejo y El Borde Norte.

Entro a ver cuánto cuestan lo arcos.

Tampoco me vendría mal un quimono de segunda mano.

O quizás haya algo más interesante incluso.

No encuentras armas de ningun tipo (ya que los samurais no lo permitirian), pero encuentras un sitio donde con un poco de suerte podrias renovar tu vestuario por no demasiado dinero. Tambien das con un minusculo taller donde, segun dicen, se fabrican las mejores sandalias del distrito pescador y puede que de la ciudad; incluso ves salir un samurai del taller.

Renuevo mi quimono y mi calzado, y luego, si no encuentro nada más interesante en las tabernas y posadas, me dedico a buscar una mujer que disfrutar

Gastas parte de tus ganancias. En concreto te gastas un bu.

Caminas meditabundo buscando algo de trabajo, pero al final acabas otra vez rondando la posada en la compañia de otra mujer de mala vida y peor aspecto.

De hecho, todas las mujeres que trabajan para la posada, parecen tener el mismo aspecto, demacradas, casi sin vida y con el aspecto de esqueletos andantes. Has llegado a escuchar rumores de que la vieja hace Maho y que les devora el alma para continuar combatiendo a la muerte un dia mas.

Bueno, cada uno sobrevive como puede, aún a costa de los demás.

Por mi parte, hago lo que puedo hacer, que básicamente consiste en tratarlas con consideración, respeto y generosidad.

De nuevo sin trabajo, me voy a dormir. Mañana repetiré mis andaduras, buscando, con la seguridad que me da saber que en cualquier caso aún tengo todos los fideos que necesite durante una semana.