Enjaulado en las cloacas (dia 24, Mes del Dragon, Decimo Octavo año de Hantei XXXVIII)

Abro el resto de los cepos, preparado para asestar una puñalada mortal al primero que quiera dar una voz de alarma por miedo o porque, solo los dioses entenderán por qué, quieren seguir aquí.

El otro único rehén que hay en el almacén, esta agazapado y acurrucado desde el primer instante en el que sales de tu jaula y, incluso después de abrir su jaula, se queda ahí, inmóvil como una estatua de sal.

El hombre de la manta, que desde que has empezado a moverte esta detrás tuya, te susurra al oído que si ves conveniente, el sabe manejar muy bien el cuchillo.

Tras todo esto el otro prisiones, que todavía esta dentro de la jaula, sale arrastrándose y se pone detrás del tipo de la manta.

- Vámonos - digo dirigiéndome a la salida, con el cuchillo por delante -. Buscad algo para defenderos.

Os acercáis a la puerta y escucháis ruido que se acerca a dicha puerta. Mientras los dos hombres se quedan a la espera de lo que tu hagas.

Espero junto a la puerta, listo para agarrar a quien entre, con el cuchillo preparado.

-Pasame uno de los cuchillos que tienes para que podamos defendernos.- te susurran desde detras.

Le hago pasar delante antes de darle el otro cuchillo.

Os colocáis cada uno a un lado en silencio y el tercero detrás tuya. Tras unos segundos de asfixiante silencio, entra por la puerta otro de los que llevan el negocio y antes de que vuestro protegido respire una vez, esta muerto en el suelo con tres certeras puñaladas.

Sin duda le has dado el cuchillo a un autentico virtuoso. Tu elección ha sido muy acertada a juzgar por la velocidad con la le ha encajado dos puñaladas en el costado.

Tirando por un pie lo quita de la puerta y te hace un gesto para que paséis dentro.

Me adelanto, preparado.

Quiero salir cuanto antes de aquí.

Cuando os adelantáis, llegáis a la sala donde se dieron los combates. En el suelo encontráis otros dos hombres muertos por heridas de lanza.

Busco la forma de salir y seguir adelante, por la trampilla quizás.

Le haces un ligero gesto a los demas para que te sigan y al pasar delante de los aposentos del hombre del yari, ves salir por la puerta entre abierta un pequeño charco de sangre.

Abro con sumo cuidado y miro al interior, procurando no hacer ruido.

De espaldas a ti te encuentras al dueño de los aposentos, esta de rodillas inclinado hacia delante con la cabeza apoyada en el suelo, encima de una estera blanca. La sangre brota de su posición delante de el, en un porta espadas están tus armas totalmente relucientes.

Del interior del pasillo por el que viniste se escuchan unos gruñidos como los que escuchaste cuando aquella extraña caja pasaba delante tuya transportada por tus captores, ahora muertos.

Busco otra salida, tras recoger cuidadosamente mis armas.

Cuando sales por la puerta se abalanza sobre vosotros una criatura humanoide, del tamaño de un niño mediano y con una piel de tono verdoso oscuro.

//Tira iniciativa.

//Iniciativa

El miembro 'Yukitsune' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//El hombre de la manta ataca a la criatura (un trasgo), despues la criatura te atacara a ti y tu atacas ultimo

//Atarque 7g3

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//Daño 3g2 + 2 aumentos - 5g2

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

Con un movimiento ágil y certero, destripa a la criatura, sacude la hoja para que se desprendan la sangre y la carne y vuelve a esconderla debajo de la manta de piel de cabra.

- .... muy agradecido...

Miro adelante, poniendo cierta cara de asombro sin que me vea, antes de continuar.

-Tendremos que tener cuidado, no tenemos garantia de que no haya nadie fuera.- te dice mientras se mueve por el pasillo a la par que tu.

Llegais al final del pasillo y con mucho cuidado levantas la trampilla. No hay apenas luz y no ves a nadie. Cuando salis, a vuestro compañero le entran los nervios y si no es por "manta de cabra" hubiera salido corriendo y chillando, pero cojiendolo firmemente del brazo evita esta circunstancia. Tras unos minutos asegurandoos de que no hay nadie en el edificio. -Aqui detras hay un pequeño almacen de tabaco que regenta un amigo mio. Salimos sin llamar la atencion, nos metemos dentro del almace y me seguis hasta el comedor del almacen.-

Cuando abris la puerta, os moveis rapido, en silencio. En la calle hay gente trabajando. Aparente mente es medio dia y el sol esta en todo lo alto reflejandose en el agua del rio. Continuais hacia las espaldas del almacen buscando el siguiente, pero al "apestoso" que os acompañaba le entra el panico y corre como alma que persigue un oni hacia la puerta del pescador. Tu otro compañero, intenta evitarlo, pero como se le ha escapado de las manos, te hace un gesto para que te olvides de el y no perdais el tiempo.

Tras unos minutos, os encontrais a la sombra, escondidos en el interior de una habitacion, que aparentemente hace las veces de lugar para comer en el almacen donde nadie a dicho nada al internaros en el. Alli, tranquilos, recuperais el aliento.