Hacia tesoros sureños, día 22 Mes del Dragon, Decimo Octavo año de Hantei XXXVIII

Izen ni: A la caza del monstruo, día 22 Mes del Dragon, Decimo Octavo año de Hantei XXXVIII

Sintiéndome un poco derrotado, pero centrado en el motivo auténtico por el que estoy en la ciudad de las mentiras, descubrir los negocios ilegales del opio.

Me pregunto cuanto tiempo me puede llevar esta misión.

Camino hasta Tesoros Sureños.

No has terminado de rodear el Jardín de Daikokku, cuando, de la puerta de la ciudad a la que lleva la calle, viene un gran ruido. A unos metros de la puerta, en el interior de la ciudad, se escucha un gran revuelo y desde el jardín se puede ver movimiento de gente.

Durante la escena, nadie intenta meterte las manos en tu ropa.

Avanzas dificultosamente entre los curiosos y al fondo ves a un hombre con una pata de palo forcejeando con los los guardias que estaban de servicio en la puerta.

Hace dos días hubo un altercado con gente que venia de esa parte del camino y desde entonces los guardias se han puesto mas exigentes con la seguridad, pidiéndole explicaciones a todo aquel que llega por esa carretera.

Por lo que has podido entender, el hombre de la pata de palo ha querido entrar sin dar explicaciones y cuando los guardias lo han retenido se ha puesto nervioso, ha empezado a chillar y a dar patadas y puñetazos a diestro y siniestro.

-Se que esta aqui, se que esta aqui.- dice gritando desaforadamente. -Todos piensan que soy yo, pero yo soy yo.- pero por mas que lo intentan, no pueden controlarlo.

*Hay que parar esto.*

Empiezo a acercarme, saliendo de entre la gente.

-Bueno, está bien -digo en alto y en general-, si esto fuera un circo ya les habrían cobrado. Aquí no está pasando nada. Por favor, continuad vuestro camino.

Me dirijo hacia el lugar donde está ocurriendo todo, con seriedad pero también desenfado y tranquilidad.

-Deberías tranquilizarte si no quieres empeorar las cosas -digo al tipo nervioso. Luego me dirijo a los guardias, con respeto, presentandome-. Mis respetos, soy el cangrejo Hida Takeda. ¿A qué se debe esta escena, si puedo preguntar?

Al parecer, los guardias agradecen que disperses a la gente, ya que así guardas el honor de la ciudad y las apariencias.

Cuando te presentas y les preguntas, no pueden contestarte ya que el tío no se calma y si no cesa, estas seguro de que no dudaran en matarlo si ningún tipo de miramiento ahora que has conseguido que la gente se marche.

//Tira Voluntad + intimidacion dif 15

voluntad+intimidación//

El miembro 'Hida Takeda' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//Voluntad - 1

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//10

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//Tira los dados otra vez

otra vez//

El miembro 'Hida Takeda' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//Voluntad

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

//10

El miembro 'Omakasede Sama' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

El hombre, no se ha rendido hasta que has llegado tu y te has enfrentado a el mirándolo a los ojos con decisión.

Se ha dejado vencer al ver tu decisión.

//Tira Percepción.

percepción

El miembro 'Hida Takeda' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

Te encuentras ante un hombre robusto, aunque astroso y maltratado por la vida. Los bushi se disponen a llevarlo al ayuntamiento, así que tienes unos breves instantes antes de que se vayan.