Un dia diferente, unas perspectivas diferentes (dia 3, Mes del Dragon, Decimo Octavo año de Hantei XXXVIII,Hora de la Comadreja)

Hida Takeda - Yasuki Shiro

-Samurai-sama, samurai-sama. Mil disculpas samurai-sama.-
Sales del sopor y ves que frente a ti hay una muchacha embutida en un quimono rosa, arrodillada casi tocando con la frente en el tatami y con una bandeja con comida a su lado.
-Disculpeme señor, pero Yasuki Hondo me ha solicitado que le despierte para una audiencia antes de partir hacia Ryoko Owari-

Despierto... algo desorientado al principio, pero escucho las palabras de la muchacha... cierto, pronto será hora del viaje.

Miro a la sirvienta de rosa y a la comida...

-... Hiciste bien... ¿Cuanto tiempo me queda para reunirme con Yasuki Hondo?

-Mi señor Hondo dice que le esperara en sus aposentos a la hora del Dragon, para que asi pueda desayunar y prepararse devidamente.-

Tras lo cual te acerca la bandeja en la cual hay un cuenco de arroz, unos trozos de daikon en vinagre y de bardana frita y un cuenco con sopa de miso. -Dozo.-

Mientras comes te pregunta si has dormido bien y te ofrece una taza de te de flores de cerezo.

Miro la comida. Parece sabrosa.

-Itadakimasu.

Empiezo a comer. Entonces me pregunta si he dormido bien.

-Bastante bien... -me limito a decir, sonriendo un poco y asintiendo cuando me ofrece un poco de té-. Agradezco que me despertases con tiempo.

Ryoko Owari... ciudad de las mentiras dicen algunos. En pleno territorio Escorpión... seguramente no me recibirán con los brazos abiertos. Y además, el viaje será bastante largo desde el castillo Yasuki.

Vuelve a hacer una reverencia cuando cojes la taza de te.
-No se si os dara tiempo mi señor, pero si es vuestro gusto, hay unos baños para los visitantes y escoltas.-

Correspondo a la reverencia con un movimiento de cabeza... Doy un trago al té cuando lo dice, y la miro un segundo, para despues bajar mi vista de nuevo a la comida... Tiene razón. Puede que haya poco tiempo, pero tampoco es excusa para no asearse.

-Habrá que darse prisa... Debo prepararme debidamente, después de todo...

Continuo comiendo.

-Un buen té, por cierto.

Tardo poco en comer... no hay que desperdiciar el tiempo.

-Gochisosama.

Me visto y me dispongo a salir en dirección a los baños, guiado por la sirvienta.

Cuando parece que te has preparado, la sirvienta recoge algunas de tus cosas para utilizarlas en el baño, abre la puerta y se aparta haciendo una reverencia esperando inclinada a que salgas.

El dormitorio esta situado en un lateral del palacio, no es el tipico barracon de vuestras guarniciones mas duras, si no que son unos dormitorios individuales reservados para invitados de menor rango siendo aun asi muy comodos en comparacion.

Segun parece, todavia no hay mucho movimiento en dicha zona, pero aun asi te cruzas con un par de yojimbos Fenix que segun intuyes bienen del lugar al que te diriges.

Cuando te cruzas con ellos, el sirviente que los acompaña te hace una reverencia y ellos una media inclinacion.

Me inclino de la misma forma, y continuo mi camino... qué extraño, miembros del clan del Fenix por el castillo Yasuki... me pregunto por qué.

Observo el palacio mientras camino, al igual que el resto del entorno, pero no me detengo demasiado. No puedo malgastar tiempo y cometer la falta de llegar tarde.

De camino, pienso en Yasuki Hondo... ¿Qué querrá hablar conmigo?... Quizá haya alguna eventualidad que cambie en parte los objetivos del viaje.

Seguis caminando hasta los jardines. Jardines de arena Zen, estatuas de los kami del clan y arboles de distintos tipos.
Tras dos minutos caminando, llegais a lo que de lejos parece una pagoda de teca y ebano, pero que cuando estais cerca, se nota ligeramente el calor de la caldera que hay debajo.
La sirvienta te abre la puerta y te deja en una habitacion solo para que te desnudes mientras ella lo prepara todo dentro.

Me fijo en los jardines, en las estatuas, en los árboles... bastante pintoresco, seguramente por el hecho de que el castillo Yasuki es el centro diplomático el los Cangrejo.

Cuando quedo a solas, me desnudo, dándole vueltas todavía al tema de Yasuki Hondo... Bueno, tampoco tiene mucho sentido comerme la cabeza, acabaré enterándome cuando lo vea.

Considerando unas y otras cosas, terminas de desnudarte y pasas a una habitacion mas pequeña en la que hace mas calor. Cuando entras ves que hay varios taburetes de piedra que forman parte del suelo, que tambien es de piedra. La sirvienta te pide que te sientes, que enseguida vendra una de las criadas de los baños. Cuando se sientas, notas que el taburete de piedra esta caliente, pero no como para quemarte.
Al rato de sentarte, llega una sirvienta interesantemente mas guapa, te pide permiso para pasar y te pregunta que si se desnuda.

Me siento y espero... mientras tanto mi mente se mantiene ocupada sumergiéndose en el pasado.

La vida de los Cangrejo jamás fue un sendero bañado en petalos de cerezo... yo no iba a ser la excepción. Sobre nosotros recae la responsabilidad de proteger el imperio y luchar contra las bestias de más allá de la muralla del carpintero. No es un deber alentador, pero un deber al fin y al cabo.

Dejo que mi cuerpo se acostumbre al leve sofoco de la habitación. De mis cavilaciones me saca otra sirvienta al llegar, cuya belleza no pasa desapercibida fácilmente. Sonrio levemente con educación y asiento, invitándola a pasar. Después me pregunta si se desnuda.

-Como te sientas más cómoda -digo, amablemente.

La cara de la sirvienta se une en una mezcla de sorpresa, verguenza y alivio. Se ajusta mejor el obi y se acerca a ti con gentileza por la espalda y comienza a fortar con una especie de esponja hecha de lino.
-¿Mas fuerte mi señor?.- Te dice la criada mientras continua con uno de los hombros.

Observo su expresión... y comprendo. Diplomacia ante todo... y en todas las formas.

Los Cangrejo no resaltamos por ser educados o sutiles. Cierto es que los Yasuki antes formaban parte de otro clan, pero eso no significaba mucho... después de todo, la fachada es lo que cuenta, siempre. Posiblemente esta muchacha se toparía con frecuencia en el pasado con invitados que no eran tan considerados de puertas para adentro.

Quizá esta sirvienta viniera con una idea preconcebida de lo que iba a pasar, algo inducido por mi procedencia y las habladurías sobre ella... Quizá iba siendo hora de romper el molde y demostrar que no todos los arboles caen en la misma dirección.

-Lo haces bien así... continua -respondo, más relajado, dejando que trabaje a su manera.

Cuando termina con la esponja, te echa poco a poco un cubo con agua mas fria que la temperatura de la habitacion. Deja el cubo y se acerca a la otra puerta de la habitacion, abriendola y haciendote una reverencia te dice.
-Mi señor, el baño esta preparado.-

//+0,1 de Honor.

-Arigato -procuro decir, asintiendo con la cabeza, mientras paso al interior del baño.

Una infima parte de mí, esa que tanto me centro en borrar de mi ser, o al menos mantener a raya para poder actuar y pensar con claridad, siente lástima por no haber dejado que las cosas siguieran otro curso, pero hago caso omiso.

No voy a rebajarme al nivel de otros que piensan sólo en el On de la palabra Honor.

Tras de ti entra la sirvienta y cierra la puerta. La habitacion tiene un par de puertas mas y en el centro hay una bañera bastante grande de granito esculpido, incrustada en el suelo. Cuando te vas acercando a la bañera, la sirvienta te dice:
-¿Jade señor?.-
Te ofrece un unguento casi transparente, en el que a simple vista nada, fino polvo de jade en suspension. Tambien te acerca una toalla para que te vayas secando el sudor y puedas empaparte la cara.

-Por favor -respondo a lo del jade, mientras cojo la toalla y la uso.

Jade... significa mucho, sobre todo para los que están en este rincón del imperio. Sé lo que puede llegar a hacer si se usa bien... A mi modo de ver es más valioso que un tesoro própiamente dicho, y más si se está cerca de las Tierras Sombrias.

Dejo que trabaje, mientras sigo sumido en mis pensamientos...

Te frota por las rodilla, tobillos, hombros y cuello. Te vuelve a enjuagar, esta vez con agua bastante caliente y te invita amablemente a la bañera tras lo cual se dirije detras de un biombo y se arrodilla, para esperar.

Asiento, agradeciéndolo, y entro en la bañera... Es reconfortante tener unos momentos de tranquilidad... Sin embargo debo estar al corriente del tiempo, no debo retrasarme.

Dejo que el agua me temple un poco, y cierro los ojos unos segundos.

Inevitablemente te dejas llevar por el sopor y te viene a la mente ella. En otros seria raro, pero uno de tus mejores recuerdos es de ella con una armadura y un die-tsuchi practicando en el dojo donde los dos os adiestrasteis. Mmmmm, era tan hermosa, casi se la podria comparar con Benten.

-Ffffffftttt.- Derrepente, el ruido de apertura de una de las puertas te despierta. Al abrirse esta, entra un hombrecillo de como mucho 1,65, pelo moreno invadido abundantemente por las canas. Solo se percata que estas en la habitacion al sobresaltarte.

-Vaya, parece que esta mañana me he levantado mas tarde de lo que es mi costumbre. Perdona que le haya sobresaltado muchacho, ¿te importa que te acompañe un rato?.- Lo sorprendente es que en ningun momento ha hecho ademan de ofenderte o de temerte.

//Inteligencia+Etiqueta.

inteligencia + etiqueta//

El miembro 'Hida Takeda' ha efectuado la acción siguiente: Ofrenda a Omakasede No Kami

'Accion' :

El hombre no lo conoces de nada.
//Percepcion

percepcion//